Es transparente, flexible,
extraordinariamente resistente, impermeable, abundante, económico y
conduce la electricidad mejor que ningún otro metal conocido. Hablamos
del grafeno, el material que tiene fascinados a científicos y a la
industria debido a sus fantásticas propiedades. Aunque
fue sintetizado por primera vez en 2004, saltó a la fama en 2010 cuando
sus descubridores, los investigadores de origen ruso Andre Geim (Sochi, 1958) y Konstantin Novoselov (Nizhny Tagil, 1974) recibieron el Premio Nobel de Física.
Como ya apuntó entonces Andre Geim, las aplicaciones potenciales del
grafeno son tantas que ni siquiera eran capaces de enumerarlas.
Los prototipos de baterías fabricadas con electrodos de grafeno son diez veces más duraderas y se cargan en mucho menos tiempo Este versátil material permitirá fabricar desde dispositivos electrónicos con pantallas flexibles y transparentes y baterías ultrarrápidas
a potentes paneles solares, sin olvidar aplicaciones en aeronáutica,
medicina y otros sectores que se investigan en la actualidad. Además,
supone una base excelente para crear nuevos materiales a medida, en función de las necesidades específicas. Es decir, algo así como materiales a la carta. El
estudio de las propiedades del grafeno mantiene ocupados a una gran
cantidad de científicos en todo el mundo, entre los que destacan las
aportaciones de los físicos teóricos españoles. En fase de desarrollo
Todos hablan de este material aunque pocos lo han visto. Y es que pese a sus prometedoras aplicaciones, todavía se encuentra en fase de desarrollo.
El grafeno es una lámina extremadamente delgada compuesta de carbono
(sólo tiene un átomo de grosor). El grafito del que se obtiene es el
mismo que se extrae de las minas de carbón y se usa para fabricar
lápices, frenos de coches o aceros, por lo que se trata de una materia
prima muy abundante en la naturaleza. Para conseguir grafeno se puede partir del grafito natural (las minas españolas son ricas en este mineral) o del grafito sintético. Sin
embargo, el principal obstáculo en la actualidad es que aún no es
posible fabricar grafeno a gran escala, según explica Jesús de la
Fuente, director de la empresa española Graphenea Nanomaterials,
una de las pocas compañías que de momento, producen este material.
Avanzarey GranphNanotech son otras dos empresas españolas que trabajan
con este material.
Existen varias formas de producir grafeno. La cinta adhesiva (exfoliación mecánica) fue el método que utilizó Geim para aislarlo por primera vez y puede servir para algunos experimentos,
pero no es un método válido para la industria. Básicamente se
comercializa de dos maneras: en formato lámina y en polvo.
Grafeno en
lámina
Graphenea, con base en San
Sebastián, es una de las tres principales productoras de grafeno en
lámina a nivel mundial (sus dos competidores son estadounidenses): "Es el grafeno de alta pureza y el que reúne las mejores propiedades.
Se emplea para fabricar electrodos de baterías, pantallas táctiles,
células solares, electrónica digital y analógica de alta frecuencia o
composites avanzados para aeronáutica", explica De la Fuente en
conversación telefónica. Para producirlo no se utiliza grafito, sino gas metano,
que se transforma mediante una tecnología denominada deposición química
en fase vapor (Chemical Vapor Deposition, CVD): "Es una de las grandes
ventajas, pues no dependemos de ningún producto mineral", señala.
"Se realiza en un reactor CVD donde se introduce un gas con carbono.
Mediante la aplicación de energía se despositan los átomos de carbono
sobre un substrato metálico. El siguiente paso es transferir la lámina
de grafeno al substrato final que puede ser un polímero, vidrio, silicio
u otros, dependiendo de la aplicación", explica
El precio varía según los tamaños y las propiedades. En los últimos años ha caído ya a la mitad. Una lámina de grafeno cuesta entre 300 y 1.000 euros,
una cifra muy asequible para el consumo de investigación pero elevada
para otros usos. De la Fuente explica que esperan que el precio siga
descendiendo progresivamente y, "a medio plazo (unos cinco años), sea
más barato que el silicio, que en la actualidad cuesta alrededor de 50
euros". "A medida que el mercado vaya avanzando el precio irá bajando. Prácticamente cuesta lo mismo producir una lámina que 100.000", afirma.
Esta
empresa suministra material a sus clientes desde el verano de 2011,
tanto a centros de investigación como a grandes empresas. "El 99% de nuestra producción la vendemos en el extranjero,
aunque en España hay una gran actividad de investigación. Las empresas
'start-up' están llevando a cabo algunas iniciativas mientras que las
grandes empresas están a la espera", explica. Baterías mucho más
duraderas
"El grafeno que vendemos se utiliza,
sobre todo, para ensayos. Se está trabajando mucho en almacenamiento de
energía. En ultracondensadores (para automóviles, trenes eléctricos y
para mejorar el rendimiento de las líneas de distribución eléctrica) y
en baterías. Se ha demostrado que con electrodos de grafeno se consiguen
baterías diez veces más duraderas". De
hecho, este material podría solucionar uno de las grandes desventajas
de los teléfonos inteligentes, cuyas baterías apenas duran un día. Los
prototipos de baterías fabricadas con electrodos de grafeno son diez veces más duraderas que las que llevan los teléfonos que se venden en el mercado y se cargan en mucho menos tiempo (aproximadamente media hora).
Sin
embargo, habrá que esperar algunos años para disfrutar de estas
baterías. Según De la Fuente, Nokia (su principal cliente) no prevé
comercializar dispositivos fabricados con grafeno hasta dentro de cinco
años.
El grafeno también podrá usarse en televisores OLED (Organic LED), que estarán fabricados con materiales orgánicos y más sostenibles
con el medio ambiente: "Ahora se utiliza como material tierras raras,
como el indio, que tienen un impacto ambiental muy grande. Además su
precio se ha multiplicado por diez". La industria busca un sustituto más económico y sostenible, por lo que el grafeno se perfila como una de las alternativas.Por lo que respecta a los paneles solares, De la Fuente explica que el objetivo es conseguir células de un 42% de eficacia
(es decir, que conviertan en electricidad el 42% de la energía solar
que reciben. Las que hay ahora en el mercado tienen una eficiencia de
aproximadamente el 16%).
Grafeno artificial
Pese a sus extraordinarias cualidades, el grafeno no es perfecto. Sin embargo, sí parece una base muy adecuada para desarrollar nuevos materiales inspirados en él
y que incorporen nuevas ventajas. Es decir, algo así como un grafeno
perfeccionado. Uno de los últimos desarrollos en esta línea es el
llamado grafeno artificial, una investigación publicada recientemente en
la revista 'Nature' y en la que participa el español Paco Guinea, uno
de los mayores expertos en grafeno del mundo. Junto a colegas estadounidenses de la
Universidad de Stanford (California), el investigador del Instituto de
Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC) ha conseguido fabricar un
material que, según explica a este diario, "permite manipular las propiedades más exóticas del grafeno con gran precisión". El denominado grafeno artificial es un primer paso para sintetizar a gran escala materiales con propiedades cualitativamente similares al grafeno.
"Se pueden estudiar propiedades que aún no se han observado en el
grafeno real, por no tener la pureza necesaria", señala a través de un
correo electrónico.
Este nuevo
material ha sido fabricado colocando y moviendo moléculas de óxido de
carbono sobre una superficie de cobre, aunque según señala Guinea, "se
pueden usar otros metales". De momento, "el artificial es más costoso de producir que el otro grafeno". Antes
de ver productos fabricados con grafeno, Guinea cree que será necesario
que "se abaraten los costes". El investigador espera "que la
demostración de que se puede fabricar grafeno artificial lleve a que
otros grupos contribuyan a mejorar las técnicas de producción".
Inspirador de otros materiales
Entre los otros materiales bidimensionales que ha inspirado el grafeno, Elsa Prada destaca el fluorografeno (análogo bidimensional del teflón, con propiedades lubricantes y aislantes extraordinarias), el nitruro de boro
hexagonal (aislante cristalino y transparente, de gran dureza, que
combinado con el grafeno mejora sus propiedades electromecánicas), el disulfuro de molibdeno (otro cristal bidimensional con prometedoras propiedades para la construcción de una nueva clase de transistores) o el siliceno
(versión del grafeno hecho de silicio. Tiene algunas propiedades en
común con el grafeno, y como ventaja se podría integrar fácilmente con
la electrónica actual basada en el silicio).
Prada,
que ha trabajado con Konstantin Novoselov, uno de los descubridores del
grafeno, destaca el alto nivel de la ciencia española en el estudio de
este material: "El nodo español del proyecto Flagship
de la UE es uno de los más activos, y promueve la investigación básica a
la par que la transferencia de este conocimiento a la industria", una
labor que, si logra éxito, "supondrá una gran cantidad de fondos para la
investigación y el desarrollo de la tecnología de grafeno en España",
añade Prada. "En estos tiempos de crisis, nuestro país tiene que apostar por convertirse en productora (y no sólo consumidora)
de soluciones y productos con potencial y demanda. En particular, el
grafeno puedo brindarnos la posibilidad de ser líderes y exportadores a
nivel mundial de una tecnología de futuro", concluye.
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